Desperté dos minutos antes de las ocho de la mañana, Alejandro y yo habíamos quedado en el parking del Polideportivo Ciudad Jardín de Málaga a las 10 en punto para hacer la subida a Vendo Miel, un punto de referencia del ciclismo malagueño.

Tenía bastante tiempo para hacer un buen café, preparar la bicicleta y navegar un rato por la web. Para motivarme (aún más) me puse buscar algunos de los componentes que le pondré a mi nueva bicicleta Surly Karate Monkey.
Se hizo la hora, me puse el casco y salí de mi casa pedaleando tranquilo por el carril bici que sube a Ciudad Jardín.
Ale “Ayois” ya estaba allí, esperábamos también a Gema pero ella no pudo ir. Vamos solos, me dijo Alejandro. Nos montamos en nuestras bicis y salimos del parking pedaleando por el Camino de Casabermeja con dirección a “Los locos”.
Cruzamos la Autovía A-7, empezamos a subir y dejamos atrás el primer túnel de la Autovía de Málaga A-45, el mismo que está a la altura de la rampa que siempre solemos tomar cuando hacemos rutas por el Parque Natural Montes de Málaga empezando por el Sendero Picapedreros.
Nos encontramos con ráfagas de mucho viento frío que bajaban desde el Puerto de las Pedrizas. Comentamos el tema del clima con Alejandro y le dije que él decidía si volver o no.
La pendiente se hacía notar y paramos un minuto para que yo pudiera quitarme algo de abrigo.
Carretera de Casabermeja
Cruzamos la A-45 por el segundo túnel, el que conecta con la carretera MA-3101, la del Restaurante Los del Túnel, la misma que cruza con un pequeño puente el Embalse del Limonero.
Desaparecieron los coches, el ruido de la autovía quedó atrás y la angosta y vieja carretera de 25 kilómetros que unía Málaga con Casabermeja nos dio la bienvenida con la primera de sus 365 curvas, el mojón del km 1 había quedado atrás.
Las curvas disiparon las ráfagas de viento y al mismo tiempo taparon un poco el sol. Por momentos la baja temperatura se hacía notar pero como ya nos encontrábamos en plena subida apenas molestaba. Debo decir que la MA-3101 presenta una subida constante sin grandes rampas, quizás algunas pequeñas en ciertas curvas y contracurvas. Es una subida cómoda, dijo Alejandro.
En algunos tramos cayeron pequeñas gotas de lluvia desde un cielo mezclado con nubes, sol y hasta un arcoíris que nos acompañó durante casi una hora.

Durante el pedaleo charlamos como es costumbre sobre bicicletas, de los cambios y las mejoras técnicas que pensábamos hacer en algunas de nuestras bicis y hasta reflexionamos sobre nuestra evolución como ciclistas en los últimos años. Cuando estás subiendo concentrado cuidando tu cadencia con atención… se dicen muchas verdades.
Hacía varios años que no hacía esa ruta y aunque la recordaba bien, no tenía en mente todos sus detalles. En algún momento Alejandro me dijo “Vendo Miel está en aquél collado”, varias curvas después nos dimos cuenta que no lo era. Que para llegar al sitio que nos habíamos propuesto faltaba un poco más.
Cuando llegamos a Vendo Miel lo hicimos con la sensación de haber cumplido. Es cierto que aún quedaba hacer un descenso para volver al polideportivo, pero la cuesta constante ya estaba hecha.
Sacamos unas fotografías de nuestras dos bicicletas, la Trek Checkpoint AL 3 de Alejandro y mi Surly Troll, con el Valle del Guadalhorce de fondo, bebimos un poco de agua, nos abrigamos y nos preparamos para iniciar el descenso hacia Málaga.
El ciclista suele decir que “cuando te dejas caer notas todo lo que subiste antes”, hoy nos pasó lo mismo. Con buena velocidad, siempre controlada, comenzamos la bajada disfrutando de cada curva.
Camino Forestal a la Fuente
El abrigo que nos pusimos antes de comenzar la vuelta no sobraba, pero después de pasar por la Venta Larga y con mucha menos altitud con respecto al nivel del mar, hicimos una parada en el monolito del Camino Forestal a la Fuente para quitarnos el extra de ropa. Aprovechamos el pequeño descanso para hacer un vídeo de nuestras bicicletas, esta vez con vistas a nuestra ciudad y al Mediterráneo.
Retomamos el descenso y varias curvas más abajo aparecieron la Venta Gutiérrez, la Asociación Cultural de Verdiales (Venta Casa Alvaro), la Venta Sánchez, la Venta Montevideo, el Restaurante La Antigua Ventanilla y finalmente la conocida Venta El Túnel.
Para entrar en Málaga elegimos la vía de servicio que pasa por la entrada al Jardín Botánico Histórico La Concepción y nuevamente el Camino de Casabermeja desde el primer túnel, el que no cogimos cuando comenzamos a subir por la mañana.
Paramos a “desayunar” en el Bar Maysu, allí nos quedamos una hora charlando sobre libros, novelas y algún tema más. Después de eso, con la sensación de haber aprovechado la mañana de la mejor manera posible, cada uno volvió a su casa.
Como siempre digo amigo Alejandro, un placer pedalear contigo y compartir tan buenos ratos, muchas gracias.
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