Esta es la crónica de la cuarta y última etapa de nuestra ruta en bicicleta por Almería.
Os debía la última entrada dedicada a este viaje de 4 días por el Desierto de Tabernas, la Sierra de Los Filabres y la Sierra Alhamilla.
Nos despertamos en la casa rural de Senés. Debo decir una cosa, tanto Yolanda como yo hemos sentido «ciertos picores» en algunas partes del cuerpo tras dormir en esa casa. Las pruebas irrefutables son las marcas que nos han aparecido justo en los sitios donde sentíamos necesidad de «rascar».

Fuimos a desayunar al Bar Blanco. Un abuelo de 70 y pico nos dijo que lo más difícil del camino hacia Velefique (el próximo pueblo por donde debíamos pasar) era la salida de Senés. Una subida de aproximadamente un kilómetro con mucha piedra suelta. Comentó además que los otros 10 kilómetros hasta llegar a Velefique eran «llanos».
Con el desayuno acabado entregamos las llaves de la casa y nos despedimos de los abuelos que había en el bar. Rodamos hacia uno de los extremos del pueblo por donde debíamos coger el camino de salida. Antes paramos un momento en una fuente natural, muy bonita por cierto.
Y empezamos a subir la cuesta para salir de Senés. Como imaginábamos la subida era complicada, muchísima piedra suelta. Con unos últimos 200 metros con una rampa para respetar. Pero después de unos minutos alcanzamos el collado y vimos «los llanos del abuelo». Ese hombre hizo ese camino en un 4×4, porque de llano no tenía nada.
Ruta en bicicleta por Almería, pedaleo por la Sierra de Los Filabres
Hicimos 10 kilómetros hasta llegar a Velefique subiendo y bajando por el camino de piedra suelta. Yolanda tuvo que bajarse de la bici en un par de cuestas que eran cortas pero con mucha pendiente positiva. En cambio servidor tuvo suerte, los más de 20 kilos que llevaba en mis alforjas me ayudaron a fraccionar de forma más eficiente.
Quiero destacar la belleza de la Sierra de Filabres. Ha sido un placer y un privilegio poder pedalear por ese camino entre Senés y Velefique. En esa zona de la sierra no hay nada. Sólo conejos y mucho, mucho silencio. Para nosotros que vivimos este tipo de viajes como un verdadero «retiro» ha sido un marco especial.
Llegamos a Velefique por una bajada semi asfaltada con una inclinación muy fuerte. En la plaza del pueblo ocurrió algo «curioso» que sólo voy a comentar en el podcast de este blog…
Salimos del pueblo, nos esperaban 19 kilómetros hasta llegar a Tabernas, el final de nuestra ruta en bicicleta por Almería.
Nuestro GPS nos quería llevar por una rambla a sólo 10 metros de la carretera, pero que por momentos se metía en ella para luego volver a la rambla. Decidimos entonces hacer esos 19 kilómetros por carretera sin bajar a la rambla. Los 19 kilómetros fueron un paseo en «plan relax» para despedir la ruta tan bonita que íbamos a terminar.
Con la promesa de volver dejamos Velefique y empezamos la bajada hacia Tabernas, casi no pedaleamos. Como siempre Yolanda por delante a unos 100 metros, cada uno de nosotros en su mundo. Ordenando nuestros pensamientos, grabando el viaje en las retinas y especialmente en el corazón. Qué bonito es viajar en bicicleta y qué difícil de explicar son las sensaciones que uno tiene. Hay que vivirlo.
Cicloturismo por Tabernas (Almería)
Llegamos a Tabernas, desmontamos las alforjas y metidos las bicis en el coche. Cambiamos las botas de ciclismo por las sandalias Teva. Fuimos a comer al Hostal Restaurante El Puente, donde nos esperaba Juan (el dueño) que nos atendió de forma excelente.
Estábamos muy cansados para coger el coche y volver a Málaga. Le dije a Yolanda que fuéramos a pasar la noche a San José, un pueblo costero dentro del Parque Natural Cabo de Gata – Níjar. Cogimos la App de Booking.com he hicimos la reserva.
Terminamos de comer y saludamos a Juan agradeciendo la buena atención que nos había dado. Cogimos el coche y salimos hacia San José.
Allí dormimos «sin bichos» y muy cómodos en el Hostal El Dorado. Por la noche fuimos a cenar a un italiano donde vamos cada vez que visitamos San José, se llama El Otro Parque. Lo lleva una pareja de italianos muy agradables, la pasta es fresca y muy buena.
Despertamos por la mañana y antes de desayunar cuando todo San José aún dormía nos fuimos a una cala para darnos un baño. Como imaginábamos no había nadie. Volvimos al hostal y tras una ducha bajamos a desayunar, pagamos y nos subimos al coche para volver a casa.
La Ruta Filabres – Alhamilla es corta, pero intensa, tiene de todo, desierto completamente seco, subidas, bajadas, puertos, collados, todo condensado entre dos sierras.
Lo mejor de todo es la tranquilidad y el silencio que sientes mientras pedaleas por esos sitios que te obligan a preguntarte ¿Habrá pasado alguien por aquí antes?
Ahora toda organizar nuestro próximo viaje, más largo y más complicado, pero seguramente inolvidable.
Recorrido GPS de ruta
Si deseas obtener más información y detalles sobre el recorrido de esta ruta en bicicleta por Almería visita el artículo Tracks GPS de la ruta Filabres – Alhamilla en Almería.
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Muchas gracias.
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