Hoy ha sido un día muy distinto al de ayer, la tormenta y el viento que nos acompañó a la hora de dormir habían desaparecido.
El cielo de Manzanares estaba limpio y la temperatura era fresca pero agradable. Me puse un culote corto, un maillot y otro con mangas largas.

Comenzamos la Ruta de Don Quijote
Bajamos a desayunar, pagamos el hotel, montamos las alforjas en las bicis y nos pusimos a pedalear siguiendo el track que monté hace semanas utilizando el nuevo Google Maps.
El track nos llevó entre campos sembrados de trigo y vides. Seguimos la pista dando algunas curvas, un avión ultra ligero decidió jugar con nosotros, hacía pasos rasantes por encima de nuestra cabeza, en un primer momento sentí algo de temor, no lo voy a negar, parecía que el cacharro se nos iba a caer encima, luego vimos que el piloto controlaba y que quería jugar… Después de un rato, lo vimos aterrizar en un campo cercano.
El Torreón de Moratalaz y La Motilla de Azuer
Dejamos a nuestra derecha el Torreón de Moratalaz, una vieja construcción del poblado musulmán de Moratalaz.
Seguimos pedaleando y tras algún cruce de vías de tren llegamos a La Motilla de Azuer, un yacimiento prehistórico de la Edad del Bronce.
Después de la parada obligatoria seguimos camino hacia Daimiel, donde paramos a comprar algo de queso de la tierra, jamón y pan. Olvidé mi navaja de viaje en Málaga, entonces decidí comprar un cuchillo en un supermercado para salir del paso.
Saliendo de Daimiel nos topamos con la planta Sandevid, una conocida marca que produce vino tinto de verano. La planta de procesamiento estaba cerrada, pero tenían montado un puesto de venta hacia la calle, sino tirados. Decidimos comprar un par de vasos y seguir camino hacia Las Tablas de Daimiel.
Vueltos al camino, cogimos la senda oficial de la ruta… Cada varios metros hay un cartel que indica que en el trazado tienen preferencia los ciclistas, la gente que va a pie, que monta a caballo y que utiliza silla de ruedas. Hay asfalto en buen estado, es lógico, Las Tablas de Daimiel son un sitio muy visitado por todo tipo de gente.
Tablas de Daimiel
El camino, algo diferente al primer tramo que hicimos es muy bonito, trigo, vides y alguna otra cosa llenan la vista hasta el horizonte. Un detalle curioso, en casi todas las construcciones de la zona utilizan un azul añil muy vistoso. Hasta la casa de campo más pequeña tiene un parte pintada de azul.
Después de un rato llegamos al Parque Nacional Las Tablas de Daimiel, así lo pone un cartel.
Paramos bajo unos árboles y nos pusimos a comer. Estuvimos allí unos 40 minutos, después de recoger todo montamos otra vez y nos desviamos por una piesta en muy buen estado para seguir por ella unos 8 kilómetros, el paisaje… el mismo, con una diferencia, no había coches… vivimos un verdadero Momento Zen, trigo, sol y silencio.
Dejamos la pista y cogimos carretera, nos separaban de Malagón unos 10 kilómetros.
Llegamos a Malagón y buscamos el sitio que teníamos reservado para dormir, se llama Casa Luciano, es una casa rural muy bonita, con habitaciones muy amplias y un patio interior espectacular.
Tras una ducha y grabar la nota de voz nos fuimos a descansar hasta a descansar. Este pueblo es puro silencio…
Estoy agradecido… Pedalear por aquí ha sido toda una experiencia y sólo es el primer día… Con estos 50 kilómetros y pico, ya puedo recomendar que visiten la zona, hacedlo en bici por favor… Como siempre, todo se aprecia más y mejor.
Hola, me encanto esta ruta, me pongo a en proyecto para realizarla.
Gracias